miércoles, 8 de octubre de 2014

A UN BESO DE DISTANCIA

Descubrí nuevas estrellas en la constelación de tus lunares...
Quizá porque mi universo se encontraba en tu ombligo,
o porque tus ojos iluminaban más que la luna.
Quizá porque tu tacto revolucionaba mis planetas,
o porque tu aliento hacía girar mi mundo.

Relataste cientos de historias con tu saliva a modo de tinta,
en mi espalda, mi cuello, mi boca...
Enloqueciste hasta mi cordura más fiel,
hiciste naufragar todos mis miedos,
y decidí navegar por tu mar en calma.

Lucías tu mejor vestido
cuando te desnudabas para mí.
Odiaba el momento de despedirnos.
Usabas tus armas para exponer tus argumentos,
esos que yo siempre creía...

Conocí los confines más escondidos de la Tierra
sin salir de la cama.
Comprendí que no es preciso elevar los pies del suelo
para acercarse a las nubes.

En ocasiones tan sólo se encuentran a un beso de distancia...


M.L.